"MÁS CERCA DE DIOS"
FANATISMO RELIGIOSO CATÓLICO, HISTORIAS DE TERROR INVENTADAS, HISTORIAS DE TERROR
Un padre y su hija “la pecadora”...
Siempre fui la chica tímida del salón, la que obtenía las peores notas, la tonta, no puedo decir que mis compañeros no notaban mi presencia, pues a mí más mínimo error, caían sobre mí todas las miradas...
… de esa forma empezó todo, pero día con día todo se fue volviendo más cruel, las burlas, los gestos, los golpes. No me fijaba en ningún muchacho, no porque no me gustaran, sino porque todos eran iguales. Un día me tropecé en el patio de la escuela y todos mis libros se regaron sobre el piso mojado…
¿Te encuentras bien?
Me preguntó una chica que parecía mayor que yo, en tono de preocupación. - Si, s si, estoy bien, gracias.
Le contesté
- Siempre te veo sola por los por los pasillos, ¿y tus amigos?
Iba a ser muy triste para mí responderle, así que me quedé callada.
Ella me miró amablemente…
- Desde hoy yo seré tu amiga.
Me dijo con una sonrisa, no supe qué responderle, simplemente comencé a llorar, pero era cierto, desde aquel momento fuimos las más grandes amigas.
Cuanto lamento haberla arrastrado a todo esto, pues por apoyarme ella estaba siempre conmigo, y mis compañeros al vernos siempre juntas empezaron a decirle a todo mundo que ella y yo éramos novias, Dios sabe que aquello nunca fue cierto, pero apenas mi padre se enteró de eso me molió a golpes mucho más que otras veces.
Para mi padre no existía pecado más grande que traer al mundo a una mujer, manejaba en extremo su machismo y disfrazaba ese machismo con la religión, pues ya que lo avergonzaba tener una hija, mucho menos quería que fuera lesbiana, pues el Dios en el que él creía odiaba siempre a la mujer.
Yo ya estaba acostumbrada a los golpes, a los gritos y a las burlas, fue por eso que no me sorprendió nada que al llegar al colegio todos me agredieran como de costumbre, fue a mi amiga, que nunca había tenido esos problemas, a quien le afectó todo eso, y nunca más quiso regresar al colegio.
Sus padres se enteraron de los rumores por culpa de mi padre, por lo cual, sus padres cambiaron mucho con ella, no quiso verme nunca más, un día me enteré de que se había suicidado.
No podía parar de llorar, siempre lo había soportado todo, pero ya estaba cansada…
- ¿Estás llorando por tu novia?
Me dijo mi padre con una sonrisa de satisfacción en la cara.
- ¡NO VOY A PERMITIR QUE VIVAN PECADORAS EN MI CASA, YO ME VOY A ENCARGAR DE QUE DEJES ESE CAMINO DEL PECADO!
Fue entonces cuando mi padre me propinó una patada, que provocó que lentamente cayera desmayada, mientras tenuemente alcancé a ver a un grupo de encapuchados que se disponían a llevarme con ellos.
No sé cuánto tiempo pasó, pero comencé a despertar por un sonido jadeante de alguien que me observaba de cerca, de un sobresalto me incorporé, y en ese instante como un sonido fugaz, escuché unos insistentes pasitos que parecían correr rápidamente a la puerta, no pude captar su figura, pues aún no me reponía del golpe.
Cuando la vista se me aclaró sentí un profundo terror, todo en ese cuarto era viejo, las camas eran de metal y estaban todas oxidadas, hacía un frío terrible allí dentro, pero sobre los colchones no había más que una sábana completamente rasgada y curtida de tal manera que se notaba con claridad que no la habrían lavado en años.
Dichas sábanas se hallaban colocadas de modo que se notaba también que hace años que ya nadie dormía en ese cuarto, las paredes estaban totalmente cuarteadas y sucias, y en el suelo se notaba una mancha de lo que parecía ser sangre, sobre la puerta alcancé a ver que habrían pegado un crucifijo, y en el espaldar de cada cama se había colocado un rosario.
Comencé a escuchar esos horribles pasos de nuevo, de alguna manera no me tranquilizaba nada saber que no estaba sola, pronto esos pasos se escuchaban acompañados de unas pequeñas risitas, el miedo me estaba consumiendo, tanto, que incluso ese olor a humedad y el denso polvo que se percibía en el aire me asustaba. Aunque estaba temblando por el miedo, quise darme valor para salir de ahí.
Ni siquiera me di cuenta de que estaba descalza, hasta que puse el pie en el suelo y noté que algo filoso se me había incrustado, lentamente alcé mi pié, y con horror pude ver lo que era, era una uña ensangrentada, que aún tenía carne y piel a su alrededor, la escena era macabra, pues se notaba claramente que había sido arrancada de raíz.
Con repulsión me quité aquella cosa y la tiré al suelo. Aunque cojeando un poco empecé a caminar hacia la salida del cuarto, y cuando llegué al pasillo me encontré una imagen aún peor, era un pasillo largo y todas las paredes se hallaban cubiertas de imágenes religiosas, pero no eran imágenes cualquiera, eran solo escenas de muerte.
No puedo describir cuánto horror sentí al atravesar ese pasillo, pero al final de este, a lo lejos, alcancé a ver un grupo de chicas que caminaban hacia el patio cargando sus mochilas, tal vez eran figuraciones mías, solo las pude ver de espaldas, pero había algo raro en ellas, de cualquier manera seguí mi camino, hasta que pude llegar al final de ese pasillo.
No me había dado cuenta antes, pero encontré a mi derecha una puerta que estaba extrañamente abierta, la puerta rechinaba, la empujé ligeramente, era un aula de clases, pero …, las bancas estaban empolvadas, el pizarrón estaba cubierto por una mancha viscosa que al verla era repugnante, sobre el escritorio encontré una biblia que parecía no haber sido abierta desde hace mucho, ese lugar era inquietante.
Salí de esa aula rumbo al patio, y me di cuenta de que todas las bancas estaban rotas, manchadas, observé alrededor, habían muchas más aulas que estaban abiertas y con solo acercarme a las ventanas podía notar lo mismo que en la primera, no parecía haber rastro humano alguno, entonces escuché a algo correr sobre la hierba que se hallaba demasiado descuidada, aquellos matorrales me llegaban hasta la cintura, pero en medio de ellos encontré un viejo libro, maltratado, sucio, que expedía un olor insoportable.
A pesar de eso lo abrí… lo que había en sus páginas era simplemente horrendo…
- Septiembre 17: Las alumnas han llegado a esta casa del señor para que les enseñemos el precio del pecado, las hermanas y yo, las vigilaremos desde cerca, que el señor nos acompañe.
- Octubre 17: Más de 30 alumnas han sido encontradas pecando, el señor bendiga sus almas, serán encadenadas y encerradas en sus propios cuartos, además se les castigará sin comer ni tomar nada, el señor quiera que las otras alumnas no sigan su ejemplo.
- Diciembre 17: 40 alumnas más se han sumado al pecado, se les ha aplicado el mismo castigo que a las otras.
Enero 17: Ninguna de las alumnas castigadas ha dejado de ser pecadora, la mayor prueba está en que Satán las mantiene vivas.
- Febrero 17: El resto de las alumnas han seguido también el mal camino, se les aplicará el mismo castigo, esperamos que el señor las perdone, pues su muerte es señal de que dios las quiere con él.
- Junio 17: Esas pecadoras han atraído a Satán a este santo recinto, pues el señor no se las quiere llevar, contrariamente a un santo, su fuerza física aumenta cada día.
- Agosto 17: Las pecadoras están logrando romper las santas cadenas que las acercan al señor, las hermanas y yo dejaremos este recinto poseído en este instante, sin embargo creemos fielmente que esta es una prueba de fe, el señor nos ha indicado que al pecado hay que encerrarlo para no contaminar a los buenos cristianos.
Terminé de leer, todo eso era espantoso, comencé a llorar, mientras buscaba desesperadamente la salida.
Escuché pasos detrás de mí, volteé la mirada lentamente, eran esas chicas que anteriormente había visto, pero estaban quietas, calladas, su quietud era como la de una estatua, me resultó extraño porque nuevamente estaban de espaldas, tenía miedo, pero no sabía qué hacer... me acerqué lentamente a una de ellas... toqué su hombro despacio, y desde los rincones empezaron a salir otras chicas caminando de espaldas.
La chica que estaba a mi lado volteó a verme haciendo extraños movimientos con su cuello, empecé a respirar hondo, y todo lo que es escuchó en el aire fue mi grito de terror…
… Realmente no sé por qué tuve miedo, ahora tengo muchas amigas y me han dado permiso de ir a visitar a mi padre, quiero que esté orgulloso de mí porque he dejado de ser una pecadora. Aparecí en su casa como a media noche…
… Hubieran visto su cara de terror cuando lo maté.
- LISTA DE HISTORIAS DE TERROR CORTAS PARA NO DORMIR
- ᐅUN ESPÍRITU ME PERSIGUE (HISTORIAS DE TERROR INVENTADAS)
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