"CADAVERES QUE SE MUEVEN"
HISTORIAS DE TERROR, CREEPYPASTAS DE TERROR CORTAS, HISTORIAS DE TERROR INVENTADAS CORTAS
El misterio de molestas apariciones fantasmales…
Mi casa ahora es todo un caos, mi familia vive en constantes peleas, mi padre llega siempre a la madrugada, el ambiente sin duda es otro, es como si cada uno de nosotros cargara sobre la espalda un gran peso.
En las noches me despierto a todas horas, es curioso, pues para mí la vida nunca había sido así, yo era un joven alegre, tenía muchos amigos, y desde luego dormía muchas horas seguidas por el cansancio de tanto entrenar. Mis padres se llevaban muy bien, tanto así que eran la envidia de muchos.
Éramos la familia perfecta, teníamos la casa perfecta, y nunca nos faltaba nada. Yo hubiera dado todo porque todas estas cosas no hubiesen pasado, pero sucedieron, y quién sabe si sucederán.
Yo nunca había sido un miedoso, pero desde hace poco tiempo el miedo se ha apoderado de mí, creo ver sombras, escucho cosas, y hasta pienso que me estoy volviendo loco.
Como les había dicho, no he podido dormir bien, curiosamente termino despertándome a las 3 am y luego de eso ya no puedo volverme a dormir…
En mi cuarto no hay más que un radio que de vez en cuando enciendo para escuchar algo de música, pero en la madrugada no lo hago para no despertar a mis padres, me quedo sentado en mi cama leyendo cualquier libro, sintiendo el frío de la mañana, y el cansancio por no poder dormir.
Tiemblo de miedo, pero no quiero que ni el aire se entere, esa es mi rutina de siempre, pero espero que se me pase pronto.
Hoy como todas las madrugadas llegó la hora en que ya no me pude volver a dormir, tomé un libro que estaba cerca de mi cama, y comencé a leer como siempre, pero un ruido llamó mi atención… un ruido que venía de la pared de la derecha, aquello me dio un gran susto, y me quedé observando.
No pasó ni medio segundo cuando dos pares de manos aparecieron atravesando el muro, eran unas manos blancas, como transparentes, parecían de mujeres adultas, se movían haciendo diferentes señas, pero cuando todas las manos arqueaban los dedos hacia atrás, parecía que querían que me acercara a ellas, y que tomara su mano.
Mientras esto ocurría, escuchaba risas de personas detrás de la pared, como si estuvieran celebrando algo, las luces del pasillo se encendían y se apagaban, todo esto parecía ser muy divertido para quienes fuera que estaban haciendo eso, yo simplemente estaba muerto de miedo.
Solo me quedé mirando todo… era obvio que no me iba a acercar, entonces escuché una voz grave que dijo…
- ¡ahhh! !no quiere venir! ¡tiene miedo!
- ¡jajajajajajaja!
El sonido de esa voz, y las manos en la pared fueron desapareciendo poco a poco, y las luces volvieron a quedarse apagadas. Aquel alboroto no había durado más que unos cuantos segundos, pero para mí habían sido eternos.
Respiré hondo, mi corazón latía a mil por hora, y me repetía a mí mismo…
- Cálmate, seguramente todo te lo imaginaste por la falta de sueño…
Volví a respirar hondo, y seguí en mi lectura.
Quién sabe qué es lo que está pasando, ya me había imaginado que fueran fantasmas, pero siempre había querido pensar que era mi imaginación.
Investigué sobre la casa, y no tenía antecedentes extraños, de hecho, nosotros fuimos los primeros en habitarla, y la historia del terreno no era nada del otro mundo, jamás encontramos marcas raras en las paredes y la mayoría de los años que hemos estado viviendo aquí habían sido pura tranquilidad, aunque de un tiempo para acá, se percibe un olor nauseabundo, como a muerto, no sé por qué será.
Pero dejando a un lado todo lo horrible, les puedo decir que visualmente mi casa está mejor, hicimos arreglos en todos los cuartos, y hasta cambiamos el sofá de la sala.
Mi padre dice que le costó muy barato, que lo encontró en una venta de garaje, pero yo no le creo… es un sillón finísimo, y aunque sea un poco usado, lo cual no se nota para nada, debería haberle costado más.
Debo decir que ese sillón tiene algo raro, no es tan cómodo sentarse en él.
Pero estoy aburrido, basta de plática… quiero ver la tele... me aproximo al sillón, y me siento de golpe como de costumbre, al sentarme se abre una de las costuras de la parte de abajo, y de ella, sale una mano con uñas amarillas y largas, una mano adulta que se queda colgada ahí.
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