Los celos enfermizos de una hija en este creepypasta en forma de carta…
Querido padre:
Desde algún tiempo he querido decirte, que te quiero... que eres un padre que puede querer mucho a una hija... lo he visto... miras a esa niña, se te llenan los ojos de ternura... corres a abrazarla, pero entonces te das cuenta, miras hacia un lado, y te alejas con un gesto de asco, cubres a tu hija de aquello que estás mirando, tú darías la vida por ella.
- Papá…
Te llamo, mientras tú mantienes tu gesto de asco, y te alejas de mí, tomas a tu otra hija, la escondes…
- Papá, ¿Por qué no me quieres papá?
Te digo llorando mientras sigo tus pasos, y tú te alejas, siempre protegiéndola a ella.
Tu gesto de asco se transforma en desprecio, no me dices nada, pero tu reacción lo dice todo.
Alargo hacia ti mi mano, porque quiero estrechar la tuya, entonces veo que mi piel no es como la de ella, está arrugada, sucia, tengo escamas por todas partes, parece la piel de un animal, en lugar de uñas tengo garras afiladas.
Te miro con tristeza, tú me sigues viendo con odio.
Tu otra hija se acerca a mí, no comprende por qué no me quieres, ella es inocente, me extiende su mano, está siendo buena conmigo, pero yo no quiero sus migajas, yo te quiero a ti papá.
- ¡¿POR QUÉ NO ME QUIERES?!
Grito mientras me alejo llorando, entonces tú logras arrancar un espejo que encontraste cerca, lo pones en frente mío, para que yo descubra el monstruo que soy, mientras veo cómo te ríes ante mi tristeza, pero... de repente... ese reflejo empieza a gustarme, y suelto una carcajada que le hace compañía a la tuya.
Tomo entre mis garras a tu adorada hija, la aprieto con fuerza, ella empieza a llorar, entonces tú, desesperado, vienes hacia mí ofreciéndome tu vida, aquella es una propuesta que acepto con gusto, pues de todos modos era a ti a quien quería.
Ella sale corriendo, y cuando se detiene a esperarte, tú le dices que ya no la quieres, y que quieres estar conmigo para siempre, eso me reconforta, pero hace que ella salga llorando hacia tu casa.
Tú te encuentras destrozado, pero comprendes que no tienes salida, lentamente me acerco a ti, salto justo hacia tu cuello, y con una de mis afiladas garras abro en ti una herida que te deja sangrando a mares, te desplomas, toses un rato tirado en el piso, y es en ese momento cuando me dices lo que yo tanto quería…
- Te quiero hija... desde ahora tú serás mi única hija…
Ahora tú estás siempre conmigo, noto en ti un cierto miedo, pero confío que con lo buena hija que he sido, todo lo demás se te vaya olvidando.
PD: Te tengo en un lugar donde solo yo puedo encontrarte… shhhhhhhh.
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no te preocupes, aquí te dejo estas para que las disfrutes...
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- CARTA DE AMOR 1 (CARTAS MACABRAS) (CREEPYPASTAS)
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